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jueves, 22 de diciembre de 2011

Cruceros sin lujo









A muchos viajeros les encanta el mar, pero les dan alergia los cruceros de lujo hortera que abundan en las ofertas de la mayoría de agencias de viajes. ¿Solución? Rebuscar alternativas más modestas, pero igualmente disfrutables. "Crucero" ya no es sinónimo de bufé libre, esmoquin blanco y sonrisa postiza.

Muchos aficionados a los viajes se marean en la cubierta de un crucero. Pero no por el balanceo, sino por la cantidad de rituales horteras que se pueden acumular entre las atracciones de a bordo. El modelo "Vacaciones en el mar" se ha impuesto con fuerza y los looks apenas han cambiado desde los años setenta.

Pocas novedades
Básicamente la única novedad son los cruceros para singles... Entre las opciones más delirantes están las convenciones de Star Trek en mitad del océano. Para quien quiera huir de tanto frikismo y chic de latón aquí, ofrecemos algunas ofertas interesantes, rastreadas por el prestigioso diario británico The Guardian. Ojo que alguno es carillo.

El viaje de yoga
Más relajado, imposible. La empresa Star Clippers ofrece cruceros de dos semanas en Grecia o Turquía basados en la práctica de yoga. Se hacen dos sesiones al día con profesores titulados. Además hay un programa de meditación, conferencias sobre espiritualidad o repasos a las historia de esta extendida disciplina asiática. Por supuesto, los menús se centran en comida vegetariana. Sobre 1.500 euros la semana.

El crucero gourmet
Más que desear buen viaje, hay que decir buen provecho. La parte alta del valle del Rin ofrece a los navegantes la mejor oferta gastronómica. Las cenas constan de cinco platos, preparados por un chef de lujo y regados con las sugerencias del sumiller Serge Dubs. Duran cuatro días y tres noches con precios de unos 420 euros. La empresa que los gestiona es Croisieurope.

El barco pequeño
Compañías como Noble Caledonia ofrecen un barcos pequeños, bonitos y bien manejados como el Island Sky. Hay gran variedad de destinos posibles, desde la Antártida hasta la Provenza francesa. Entre las prohibiciones de a bordo están las diversiones habituales y los animadores con sonrisa Profidén. Su viaje estrella va de Porsmouth a las Islas Sorlingas, con paradas en Bretaña y Normandía.

El barco precario
Hace casi cien años el emperador Khai Dinh navegó a la deriva por la bahía vietnamita de Ha Long en un barco destrozado. Ahora esta experiencia está al alcance de cualquiera por unos cien euros. Réplicas de aquel barco están disponibles para alquilar durante uno o dos días. La comida y una excursión están incluidas. Una de las empresas que lo gestiona es Bhaya cruises.

El anticrucero
La compañía Noruega Hurtigruten's es todo un clásico. Llevan ya más de un siglo funcionando con gran éxito. Transporta sobre todo mercancía y familias del país, pero también hace sitio a los turistas. No hay nigún lujo a bordo, pero tampoco demasiadas incomodidades. Se pueden pasar seis días en el barco, con comida y excursiones, por 2.100 euros.